MIU MIU SPRING/SUMMER 2021

Un espectáculo imposible –un evento físico equilibrado a través de lo virtual, una comunidad reunida mediante la distancia–. Una paradoja. Para la colección Miu Miu Spring/Summer 2021, Miuccia Prada traza una comunidad global de mujeres contemporáneas, en un solo momento y en un solo espacio digital, para que experimenten –y disfruten– juntas, como si se tratase de un Miu Miu Club perfecto. Tanto el show como la colección se basan en el lenguaje mutuo del deporte y las pasarelas, encontrando paralelismos entre estas dos formas de espectáculo, de performances con audiencias. Estos dos elementos tienen un espacio en común –respecto a la necesidad de una audiencia, de un testimonio–. Ambos son medios de la expresión humana, a través de los cuales la observación es esencial. 

Las pasarelas y el deporte fueron creados para ser observados –para entretener y brindar alegría–. Son fenómenos performativos, en los que la audiencia es necesaria tanto para el evento como para los participantes, en un intercambio equitativo para ambas partes. Cada uno fomenta una comunidad intrínseca conectada a través de las prendas que utilizan, sus motivos de autoidentificación.

El escenario del show de Miu Miu es un anfiteatro –un “palacio deportivo” denominado Miu Miu Club, que ha sido reimaginado por AMO, experimentado de forma digital por una especial audiencia de invitados. La espuma acústica de color rosa brillante adorna una bandada de pantallas que proyectan diversas comunidades de mujeres Miu Miu. Al igual que los deportes, la moda requiere de espectadores –aquellos activos y vistosos, no pasivos y ocultos–. Transmitidas directamente al auditorio, las reacciones de la audiencia crean un encuentro ineludible con las modelos. Su presencia aumenta y mejora el performance. 

Lo inherente es un sentido de la polaridad: prendas para la noche contra ropa deportiva, pragmatismo contra pretensión, la realidad versus el mundo digital, un evento escenificado en un estadio vacío y, a la vez, observado simultáneamente por muchos. Las piezas se inspiran en el lenguaje espectacular de la ropa deportiva y en bellas prendas utilizadas en eventos especiales: color block, jersey, siluetas sencillas, practicidad contra decoración, embellecimiento, feminidad, suavidad. Las exigencias hermanas, la acción y la atracción, conducen a una estética similar en las conclusiones. Las formas son simples: chamarras, pantalones de corte recto, faldas pareo con abertura desde el muslo. Las telas son ligeras, simplificadas, para liberar a la figura en su interior. 

La génesis de Miu Miu puede convertirse en su exégesis: el análisis de los primeros años de la marca se refleja en la simplicidad de la silueta, en la conciencia del cuerpo, y en la exploración de un punto de encuentro entre la ropa deportiva y la moda, una obsesión de Miuccia Prada que ha estado presente a lo largo de su carrera. El calzado mezcla los arquetipos de la ropa deportiva con tropos femeninos: sneakers y zapatos para fútbol con tacones altos. Estos puntos de vista dicotómicos se vuelven armónicos a través del uso práctico; ultimadamente, son el reflejo del carácter dual de la realidad, de las personas. 

La psique y lo físico, lo visual y lo virtual. En un contexto de una autoconciencia necesariamente profundizada, de un consumo digital inevitable y sin ​ pausa de nuestra propia imagen, el espectador más importante, finalmente, es el yo.

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